Una gran película, comúnmente, cuenta con
un gran protagonista; aquel héroe o heroína en el que cae el peso de su propia
historia. Inevitablemente, el público será compañero fiel de este personaje,
pues con él viviremos sus emociones, sus proyectos, sus problemas, sus triunfos
y sus derrotas. Sin embargo, el público no es el único acompañante del
personaje estelar, pues en estas historias también, comúnmente, nos encontramos
a los personajes secundarios, aquellos sujetos que jugarán el papel de mano derecha,
compañero, enemigo, rival, consejero o simplemente cambiará, de una manera u
otra, la vida del protagónico y, en el mejor de los casos, también del
espectador. Y para crear un gran personaje secundario, es necesario un gran
actor.
Es un honor para mí presentar esta
categoría, pues comprende cinco hombres que, con sus interpretaciones, lo
dieron el todo por el todo, incluso cuando la trama no les pertenecía. Estos
grandes nombres nos ofrecieron memorables batallas interpretativas contra el
estelar de la película y, en casi todos los casos, salían victoriosos. ¿El
premio? Ser, finalmente, el indiscutible protagonista de la función.
Los nominados al Mejor Actor Secundario
son:
El primer actor nominado podrá parecer
nuevo para algunos y, sin embargo, su trabajo en cine tiene más de quince años.
Conocido principalmente por su labor en pequeñas películas europeas, este actor
alemán con raíces catalanas sabe perfectamente lo que debe hacer un actor y en
cada proyecto del que es partícipe, sin importar el tamaño del rol que
personifica, da lo mejor. Un tal Ron Howard le dio el papel de su carrera, al
dar vida a uno de los personajes más famosos del mundo automovilístico, y la
calidad con la que lo hizo es la que da un enorme ganador. Como el afamado
corredor de la Fórmula 1, Niki Lauda, enfrentándose a la rivalidad de su vida, Daniel Brühl en “Rush”.
El siguiente actor, sin exagerar, debería
tener un premio por todo lo que ha logrado en su carrera hasta el momento: con
tan sólo siete años en la industria, este actor irlandés-alemán ha
protagonizado blockbusters, cine
independiente, éxitos comerciales y películas de casi todos los géneros. Ha
trabajado con directores de la talla de François Ozon, Ridley Scott, David
Cronenberg y Quentin Tarantino, se ha ganado el término de “camaleónico” por la
diversidad de personajes con los que puede trabajar y su nombre se ha
convertido en garantía de éxito. Steve McQueen lo convirtió en su actor fetiche
y fue justamente él quien le dio la oportunidad de interpretar al que probablemente
sea el personaje más odiado del cine en el pasado año, pero con todo el mérito
que conlleva. Su alucinante y temible encarnación de un hombre que cubre con
los adjetivos más bajos de la calidad humana es terriblemente perfecta. Como el
tiránico dueño de una plantación de algodón que es excesivamente cruel con los
esclavos que trabajan para él, Michael
Fassbender en “12 Years a Slave”.
Nuestro tercer actor nominado es un ídolo
de todo el público. Desde el espectador promedio de cualquier edad hasta el
cinéfilo más empedernido ha de aceptar que este actor, originario de Los
Ángeles, le causa empatía. Y no es para menos: su filmografía comprende de
veintiséis títulos ya estrenados que abarcan todos los rangos del público,
películas de culto, blockbusters,
cine independiente y comercial. Lo mejor de todo es que su estatus de súper
estrella mundial no se reduce a la popularidad de su nombre, sino también a la
eficacia e inteligencia que genera cada una de sus actuaciones. Este año no fue
la excepción y el director Denis Villeneuve contó con él para dar vida a uno de
los personajes más realistas y contundentes en la carrera del histrión. El
jugoso rol era sólo el principio: la dureza, entrega, fuerza, astucia y emoción
que inundaron esta interpretación fueron una prueba contundente del gran actor
que tenemos enfrente. Como el misterioso detective a cargo de una trillada y
obsesiva investigación, Jake Gyllenhaal
en “Prisoners”.
Ahora hablemos de un actor que
constantemente se supera a sí mismo. Inició como el gordito chistoso en
películas cómicas, esas con situaciones ridículas y humor grotesco. Nadie
hubiera pensado que, detrás de ese simplón rostro, se escondería un actor que
participaría en aclamadas películas con directores de renombre. Él es el mejor
ejemplo de “no juzgues a un libro por su portada”, pues después de
acostumbrarnos a un prototipo de rol, dio un giro total a su carrera y ahora
cuenta con dos nominaciones al Premio Óscar. Esa segunda nominación se repite
aquí mismo. Scorsese le propuso un papel cómico, al cual no se resistió, pues
se sintió en casa, y menos sabiendo el genio que se encontraba detrás. El resto
es historia y nos apantalló con una fantástica y divertida interpretación, que
dio sentencia a su condición de “secundario de lujo”. Como el avaricioso y
descarado ayudante en un fraude de proporciones millonarias, Jonah Hill en “The Wolf of Wall Street”.
Finalmente, en el cierre de los nominados,
tenemos a un artista que cumple con cada una de las letras de esa palabra. Si
bien probablemente su carrera musical, como frontman
de la popular banda de rock 30 Seconds to Mars, es mucho más reconocida,
este nominado no es ningún extraño a la actuación, mucho menos a la de calidad.
Su filmografía está llena de joyas contemporáneas, directores aclamados por el
mundo y papeles de ensueño. Sus protagonismos no destacan del todo, pero eso no
demerita su trabajo histriónico. Sus personajes son variados y en cada uno de
ellos ha dado una cara distinta, demostrando el rango actoral que posee y nos
pone a reflexionar cómo es que su prestigio como actor no es igual al que tiene
como cantante. Este año, después de casi cinco años de no pisar un set de
filmación, dejó con la boca abierta al mundo entero con su fantástica
interpretación como Rayon, un exigente papel que, no solamente significó un
estricto cambio físico, sino también uno mental. Con esa sensibilidad y
emotividad que no cualquiera hubiera podido lograr, hizo que la crítica y el
público cayeran rendidos ante su actuación. Y eso es sólo el principio. Como
una carismática y atormentada mujer transexual luchando por sobrevivir al brote
del SIDA y co-liderando un negocio que es firme ante esa convicción, Jared Leto en “Dallas Buyers Club”.
Cinco
interpretaciones ganadoras, pero solamente uno se lleva el título del mejor del
año.
Los
bloggers votaron.
Y el
ganador es…
JARED LETO
“DALLAS BUYERS CLUB”
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